jueves, 2 de marzo de 2017

Introducción

La Guerra de la Independencia fue un conflicto bélico desarrollado entre 1808 y 1814. Este conflicto forma parte de las Guerras Napoleónicas, que enfrentó a las potencias aliadas de España, Reino Unido y Portugal contra Francia con la intención de que José Bonaparte, hermano de Napoleón, gobernara en España, después de las abdicaciones de Bayona.

El conflicto se desarrolló en plena crisis del Antiguo Régimen y en tiempo de profundos cambios tanto sociales como políticos provocados principalmente por el nacimiento del nacionalismo y la influencia cada vez mayor de los “patriotas” en el campo.

La población sufrió un fuerte resentimiento ante las excesivas exigencias de manutención y el abuso de autoridad por parte de las tropas francesas. Esto provocó numerosos incidentes y episodios de violencia.

El dos de mayo de 1808 en Madrid, pintura de Goya.

Las consecuencias se pudieron apreciar en diferentes ámbitos. Entre ellos el más destacable fue el de la población civil, la cual fue saqueada y desvastada. Los estudios datan de entre 215 000 y 375 000 fallecidos por la violencia, las hambrunas y las epidemias. Desde el ámbito económico, la guerra afectó a la industria y a la agricultura. Además, el Estado se declaró en bancarrota y se perdió patrimonio cultural. Por último, en el aspecto político, el conflicto permitió el desarrollo del constitucionalismo, realizando las primeras constituciones del país. Aunque, por el contrario, también provocó el inicio de una era de guerras civiles entre los absolutistas y los liberales, llamadas Guerras Carlistas, que se alargarían todo el siglo XIX.  

Goya es testigo de la violencia producida en dicha guerra lo que le impulsa a crear dibujos, bocetos y estampas, a través del cual expresa el dolor y angustia ante los acontecimientos que vivenció.
Todas estas obras y estampas que dibujó forman una serie publicada después de su fallecimiento que se divide en tres partes: las dos primeras series se denominan Los desastres de la Guerra y abarca desde la estampa 1 hasta la 64. La tercera parte llamada Caprichos enfáticos que comprende desde la estampa 65 hasta la 80.

En las diferentes obras de la serie no se sigue un orden espacio-temporal, no produce una visión general de la obra. Crea dos planos, sin profundidad, con la intención de crear una ilusión escénica que permita al espectador implicarse en la escena.

Goya recrea el avance de la guerra, sin volver atrás; crea una perspectiva dinámica que une toda la narración. Así, a lo largo de la serie: primero trata la lucha, el descontrol y la injusticia. En segundo lugar, la miseria, la enfermedad y el hambre. Y por último, la vuelta al orden. Destacar que un tema que siempre encontramos presente en toda la obra es la muerte.


Goya, además, acompaña a cada obra con un título en el margen inferior. La mayoría de ellos son formados por tres o menos palabras en las que resume los acontecimientos que representa y las sensaciones que le produce. Muchas de las obras están relacionadas por el título porque el anterior era la causa del siguiente o porque completa el título del anterior como por ejemplo la estampa número 79 Murió la verdad y la estampa número 80 ¿Y si resucitara?. En estas dos últimas obras de la serie, Goya, deja ver un rayo de esperanza. A pesar de todo su negativismo ante la guerra cree que una vez pasada, España se volverá a recuperar.

Si os interesa saber más sobre la serie Los desastres de la Guerra de Goya les invito a visualizar el siguiente vídeo que trata muy bien esta colección de estampas. 





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